Gases licuados

Los gases son una de las cargas más complicadas para su transporte por mar y, para facilitarlo, se convierten al estado líquido, ya sea por enfriamiento o por altas presiones, o por una combinación de ambas. De este modo pasan a tener las mismas características que las cargas líquidas, lo que simplifica mucho su carga, descarga y transporte. Este proceso, conocido como licuefacción, reduce el volumen del gas nada menos que 600 veces y plantea sus propios retos a los buques que lo transportarán, dado que es preciso mantener el gas en estado líquido durante todo el viaje. Para ello, los buques Gaseros deben disponer a bordo de sistemas complejos de enfriamiento o presurización. Como resultado, se trata de buques muy especializados y considerados con frecuencia como los más complejos tecnológicamente de todos los buques mercantes. Por ello vienen a costar del orden del doble del precio de un petrolero del mismo tamaño. Los gases que más se transportan por mar son propano o butano (conocidos como LPG) (link to gas in dictionary) o metano (conocido como LNG) (link to gas in dictionary) y se utilizan para diversas aplicaciones, desde combustibles favorables para el medio ambiente o propelentes en aerosoles y para procesos de la industria química.